Tu cabello es morado como los mortiños.
Tu frente es verde como una lisa pizarra negra.
Tus cejas arqueadas son como una pelota lanzada por Pelé.
Párpados azules y pequeños para cerrar y abrir los ojos lentamente amarillos.
Nariz de pavo más real sin luz, pero mirando siempre las cuchillas.
Boca de vaca blanca y dientes de leche.
Cuello de árbol.
Cuerpo rojo.
La piel organiza tu territorio selvático.
Yo para vivir en la tierra conocí una niña
y estuve con ella 8 años bajo el cielo
que ya se acostumbraba a nuestra furia.
Hoy,
ya,
somos,
tres.
El vientre de la niña padecía como un globo que se infla
para lanzarlo al aire.
Pero Boris salió por su vulvita oscura.
ya no podré viajar a Pakistán personalmente
pero que no ruede la salchicha más.
Es mejor quedarse sentado sobre el Sol
recibiendo energías por el recto,
y que por fin sean alas nuestros miembros.
La vida es un papagayo bebiendo maracuyá caliente
en un vaso donde sirvieron una nube y no hielo.
Nuestro vaso etéreo.
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